¿Quién no ha dicho alguna vez "ojalá mi vida fuera como esta película"? Es algo que todos hemos deseado, y se resume en pasar un mal momento, pero al final y contra todo pronóstico, acabamos con la persona que amamos y vivimos felices para siempre. Y la gente cree que no viviremos eso jamás. Pese a como estoy estos días, que parece que ando menopáusico, puedo decir sin miedo a equivocarme que todos vivimos una película muy parecida, solo que escrita con distintos guiones.
¿Quién no ha tenido alguna vez un triunfo? Ya sea grande o pequeño para los ojos de cualquiera, para nosotros puede que tenga ese aire especial que no conseguiría ninguna otra cosa en ese momento.
¿Quién no ha tenido un fuerte contratiempo? Al igual que lo de antes, todo es de la importancia que nosotros le demos pero, si paramos a pensarlo, siempre hemos tenido esos momentos de debilidad en los que no veíamos a nadie alrededor, y creíamos que el mundo se nos venía encima. Eso pasa, y todos lo sabemos, pero es tanta las ganas que tenemos en ese momento de desaparecer que no vemos más allá.
¿Quién no ha sufrido un desamor? Un desengaño de este tipo marca mucho, más de lo que podamos imaginar en el mismo momento, por mucho hierro que queramos quitarle. Y todos nos hemos imaginado que estábamos caminando debajo de esa lluvia finita, que hace que el día esta gris, con una triste canción de fondo y pensando en todos aquellos momentos que podrían haber sido mejores si esa persona especial estuviera a nuestro lado.
¿Quién no ha terminado enamorado? Al final, todo acaba bien, nos enamoramos de una persona que nos corresponde, que quiere un futuro con nosotros, y la vida se vuelve de color de rosa. Es el momento que más tarda en llegar y es el que más se disfruta sin ninguna duda.
Todos vivimos en una continua película, solo tenemos que saber cuál es nuestro guión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario