jueves, 31 de marzo de 2011

Hace tiempo

Muchísimo tiempo que hacía que yo no entraba aquí a contar un poco como va la cosa. La verdad es que, si te paras a pensar, existen dos tipos de blogs: esos en los que la gente escribe lo mal que les va, o esos en los que se enseñan solo cosas graciosas. Al principio este era uno de los primeros, pero voy a intentar darle un poco la vuelta, y que combine lo mejor y lo peor de mi. Voy a intentar recapitular un poquito.

Lo peor de mi: me he tirado como 4 o 5 meses superagobiado, con los ánimos bajísimos, bastante mal en general. Pero lo peor de todo es que no sabía por qué era, por más vueltas que le daba. Y en vez de preocuparme en dejarlo estar, seguir siendo yo mismo y cambiarlo poco a poco, me cegué intentando salir de ese pozo en el que estaba. Llegué a un momento en el que ya ni siquiera sabía por qué hacía lo que hacía, porque iba a la universidad, por que salía con mis amigos, ni siquiera sabía por qué seguía haciéndolo. Fue fatal y encontré muy pocos puntos de apoyo que se que, a día de hoy, son los que puedo asegurar que me han hecho salir a flote: mi gran amiguísima (aunque la veo poco) Tere, Irene, que siempre tiene palabras muy bien elegidas para mi y, por supuesto, mi asistencia continua a la Preco. Gracias a vosotros, de verdad.

Punto de inflexión: Loja. Sin duda fue algo que me removió. Desde el primer encuentro en la capilla hasta el último, pasando por todos los testimonios que vivimos en Granada. Jamás olvidaré el bien que me hizo ir ese fin de semana "a ver que me decía" y, sin duda, me lo dijo casi todo.

Lo mejor de mi: Creo que lo mejor de mi no esta "en el mercado" todavía, pero si soy una persona totalmente diferente a día de hoy. Tengo las cosas un poco más claras, me dejo llevar mucho menos. Todos esos fantasmas que tenía antes desaparecieron, gracias a Dios encontré la causa de eso que me hizo estar mal, y estoy intentando llevarlo por el buen camino. Quizá no lo consiga, pero el hecho de intentarlo ya me hace ser mejor persona, me hace sentir perfecto conmigo mismo, y al final es lo que importa.