martes, 16 de octubre de 2012

Felicidad

Es curioso como puede cambiar nuestro estado de ánimo de la noche a la mañana. Hace una semana era presa de mis peores momentos, de la tristeza que trae lo malo. Hoy soy feliz, y todo ha sido gracias a un viaje.

Quería salir de aquí este puente del Pilar, quería desconectar, necesitaba desconectar. Hablé con mi grandísima hermana Lourdes y ella se encargó de organizarlo todo y decidir el destino: Almería. Tras hablar con varias personas y arreglar cómo sería la sorpresa a dar, nos dispusimos a coger el Jueves el tren mi hermano Moya y yo. Una vez allí, pudimos darle la sorpresa a Marina gracias a su hermana Ale, y ver como su alegría por nuestra presencia fue yendo de menos a más. Y tuvimos que trabajar duro para que, tanto ella como Nana, no sospecharan que Lourdes vendría al día siguiente.

Eso fue mas o menos nuestra llegada, y no relataré la despedida porque fue, para mi, muy triste. Los días que pasamos allí, personalmente inolvidables, los guardo para nosotros. ¿Porqué fue esto tan importante para mi? Es sencillo: he ido a un sitio donde había gente que conocía de muy poco tiempo, y podía haberme visto en la calle. Y resulta que aquellos que creía que no me conocían me han demostrado que son personas con un corazón de oro. Personas que me han acogido, me han querido, han "llorado" y reído conmigo. Han compartido sus vidas igual que yo compartí con ellos la mía. Me he sentido querido, que es muchísimo más de lo que puedo decir de muchas personas con las que vivo mi día a día aquí en Sevilla.

Una vez dicho todo esto, no me queda más que daros las gracias a todos. A Lourdes, porque desde el primer momento comprendió por qué este viaje era importante para mi e hizo todo lo posible para que pudiese hacerlo. A Moya, por animarme y estar pendiente de esos pequeños detalles desde la sombra. A Marina, por quererme como al que más pese a que nos conocemos desde hace bien poco. A Jose Luis, por demostrar que ser feliz y tener una sonrisa en la cara depende de uno mismo (y un poco de los demás...). A Nana, por enseñarme que hay saber perdonar, pues lo importante es el amor. Y no me puedo olvidar de Ventura que, pese a que no la pude conocer en este viaje, se que Dios me dará la oportunidad de conocerla y de decirle alguna "tontá" (¡pero me caes genial!). GRACIAS.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Fuera

Cualquiera que suela leer estas líneas de manera asidua, sabe que siento que no pertenezco a este lugar, que deseo marchar. Y es que cada día que pasa, ese deseo se incrementa en mi interior, haciendo casi insostenible mi vivir aquí.

Fastidia mucho levantarse cada día y ver que todo lo que haces esta mal, todo lo que piensas esta mal, todo lo que dices esta mal. Gente que te hace sentir como un verdadero inútil, que no vales para nada y que si, por alguna genialidad o por que así lo quiso el destino algo te sale bien, es por mérito de otro, ya que tu no eres capaz de algo así. Estoy ya cansado de aguantar tanto ego y tanto egoísmo, necesito salir.

Quizá la tierra a la que emigre no es como yo la espere, pues me gustaría aquél lugar donde todos nos sentimos queridos, nos preocupamos los unos por los otros y la vida en comunidad es, cuanto menos, placentera. Lo que tengo más que seguro es que el lugar al que iré será lejos de aquí y, por consiguiente, lejos de todo aquello que me insta a este estado de abatimiento al que, por más que ocurra, nunca se acostumbra uno.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Palabras

Uno calla muchísimas veces: algunas, por miedo. Otras, por timidez. En múltiples ocasiones preferimos callar antes que compartir nuestra opinión. Puede ser que no tengamos suficiente confianza con nadie como para poder decir lo que realmente sentimos, incluso aunque duela. E, incluso, que sea necesaria un teclado para poder explayarte, para poder expresar todo aquello a todo el que lo quiera leer, como es mi caso. Y es que muchísimas veces he callado, pero en muy pocas ocasiones me he quedado sin palabras.

Hace algo más de un año, pasé una de las peores épocas que recuerdo. Todo a mi alrededor se volvía oscuro a pasos agigantados, no vislumbraba ni el menor halo de luz que pudiera indicarme el camino. Me superaba lo más mínimo, y me veía obligado a actuar como al que no le pasa nada. Y como por arte de magia, todo se fue aclarando. Iban pasando los días y veía que las cosas mejoraban, que iba todo a derechas, que las cosas salían como por fin quería que salieran...pero cuán equivocado estaba. Resulta que se me había abierto un camino nuevo y, a la vez, falso.

He aprendido cosas incontables en este periodo, y he reafirmado algunas que ya sabía. Si alguna vez alguien me pide un consejo, le daré este: siempre estas solo. He pasado épocas en las que parecía que alguien caminaba conmigo más, al mirar a mi lado, mis huellas iban solas. Como con todo, también pase buenos momentos, que enmascaraban aquello que de verdad me atormentaba. Y por culpa de todo esto, también echo de menos otras tantas cosas.

Echo de menos la soledad, el saber que sólo estoy yo, el tener totalmente seguro que no hay nadie más conmigo, pese a que esa soledad ha sido acentuada durante este periodo, pero de otra manera. Echo de menos mi alegría, aquella que tenía en los malos momentos, que cuando las cosas han ido bien se ha perdido como se desvanece una pompa de jabón al tocarla un niño. Echo de menos poder ser yo mismo, el no cambiar por nada ni nadie. Echo de menos estar en aquel agujero sin tener a nadie que se preocupara de sacarme porque, en realidad, no quería salir: ahí estaba bien, estaba tranquilo, no había nadie a mi alrededor que diera la lata no para ayudarme a salir, si no para querer cambiar mi vida en una manera en la que yo no quería. Echo de menos estar por mi cuenta.

Tanto echar de menos también me hace pensar en qué me gustaría tener ahora mismo: me gustaría volver a ser el mismo de antes, me gustaría volver a estar allí dentro totalmente solo, porque es como de verdad he estado mejor. Fuera las cosas no han funcionado ni nadie se preocupó porque funcionara y, si lo hicieron, algo dentro de mi me dice que no fue porque de verdad querían que todo fuera bien. Me gustaría irme lejos, a aquél lugar en el que pueda mostrar mi estado de ánimo libremente, sin ningún tipo de agobio. Pero lo peor, lo que más me echa abajo de todo esto, es que todo esto son palabras. Por desgracia nada se cumplirá.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Ganas

Desde luego, no veo el momento en el que pueda alejarme de aquí. Me siento muy atado a cosas a las que no les tengo tanto cariño como antes. Me mantengo diciendo que me encantaría llevarme conmigo a todo aquello que de verdad me importa. Eso tiene algo bastante positivo: ahí, la sarten la tendría yo por el mango, y eso me gusta.

Quiero irme de aquí por mil cosas. Tengo ganas de aterrizar en aquella tierra que me reclame como suya y me haga sentir que estoy en ese hogar que, por ahora, no tengo. Muchas de las razones por las que quiero irme no casan con mi, digámoslo, religión. No por ella en si, si no por los valores que me hace vivir. Y en cierto modo, estoy ya cansado. Con eso no quiero decir que vaya a dejar de creer en Dios ni muchísimo menos.

Pero eso no quita que de verdad quiera irme, siento que me llama. Siento la misma sensación que cuando noté que debía ser APJ. Tengo una llamada fortísima a escapar, a llevar en la maleta lo necesario y hacer mi vida lejos de aquí, lejos de lo que ahora mismo siento como una cárcel. Dicen que la gente no cambia, pero yo he notado que he cambiado y, por desgracia, este cambio no lo quieren aquí.

domingo, 19 de agosto de 2012

Futuro

De mi futuro, hay muy pocas cosas que tengo claras. No se si acabaré mi carrera, qué coche compraré o donde quiero trabajar. Pero hay algo que si tengo bastante claro: no quiero vivir aquí.

Y no quiero vivir aquí no porque mi vida sea mala, pues disfruto, gracias a Dios, de una vida plena, en la que hago prácticamente lo que quiero, en la que gozo cada segundo que pasa. Pero siento que este no es mi sitio. Se que salir de tu tierra implica dejar atrás muchas, muchísimas cosas que echaré de menos, pero intentaré llevar siempre conmigo lo más importante.

¿Y dónde quieres ir? Donde me lleve el viento. Me atraen muchas opciones, cada cual más sugerente que la anterior. Es posible que, si la vida me trata bien, tenga la posibilidad de viajar antes para conocer el lugar de mi asentamiento. O quizá tenga que ir a la aventura, como a mi me gusta. Sea lo que sea, se que no pertenezco aquí, a este lugar. Mi sitio me espera, estoy seguro.

viernes, 13 de julio de 2012

Coherencia, por favor

Es increíble como la gente “cambia”. Es increíble cómo, de un día para otro, hay conatos de hacer lo contrario de todo lo que se ha ido haciendo a lo largo de la vida de uno. Y yo me pregunto: ¿es de verdad necesaria tanta parafernalia? ¿Tanto cuesta, desde un principio, tener las cosas claras?

Pensándolo bien, es cierto que de verdad cuesta, pero también pienso que, si cuesta, toma la decisión con cabeza. Define tu personalidad esperando, madurando cada paso que se da hacia ser una persona hecha y derecha. ¿Y qué pasa si no lo hago? Pues realmente no pasa nada, porque es lo que hace el 99% de las personas que, al menos yo, conozco. Sabiendo esto, es igual de importante definir bien y por el camino correcto la personalidad como ser coherente con la decisión tomada. Pero por desgracia no es eso lo que podemos ver en el día a día, a cualquier persona. No conozco a mucha gente, y mucho menos coherente, pero aquella que de verdad lo es creo que lleva una vida de plenitud, tanto con sus penas como con sus glorias. Y es algo que me gusta e intento vivir.

Y lo que más rabia me da es aquella gente que no es coherente. Aquella gente que es víctima de rabietas infantiles, que es un quiero y no puedo, que solo desea y tiene vagos sueños de lo que quiere hacer, pero no llega nunca a poner nada en práctica. Lo que voy a escribir es algo que espero que, algún día, esas personas hagan. No lo digo solo por mis amigos, si no por todos aquellos que lean esto y se sientan identificados: si alguna vez pensáis en tomar una decisión, llevadla hasta el final, hasta las últimas consecuencias, no importa lo arrepentidos que estéis en algún momento de la decisión. Si eres coherente, saldrá, y saldrás, bien.

jueves, 12 de abril de 2012

Un mes

Estaba deseando escribir esto. Estaba deseando decir que hago un mes con ella. La verdad es que ha sido un mes genial, un mes de muchísimas emociones que culminará mañana. Un mes que me ha encantado vivir, y de los que espero repetir no solo uno más, si no todos los posibles.

En este mes he podido experimentar mil emociones: hemos estado cerca, hemos estado lejos. Nos hemos echado de menos y hemos disfrutado el uno del otro cuando nos hemos reencontrado. He podido besarla y, en cada beso, sentir como de verdad me quiere. Se ha quedado dormida en mi pecho, y me he sentido la persona más afortunada del mundo por poder sentirla cerca de mi. Lo diré siempre: ella ha cambiado mi manera de ver la vida. No soy capaz de darme cuenta de la suerte que tengo de que, entre la de gente que existe, se haya fijado en mi. Soy feliz a cada día que pasa, y todo es gracias a ella.

Y podría escribir mil cosas más, podría intentar acercarme a definir lo que siento por ella, pero son palabras que jamás harán justicia a mis sentimientos. Por eso prefiero demostrarle, día a día, lo mucho que me importa, todo lo que la quiero. Y no pasará un solo día sin que se lo diga.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Perspectiva

Desde que empecé en la facultad, aparco siempre detrás de la Universidad. Para poder entrar al edificio, pasando por un lateral, hay una barra como de aparcamiento, por la que siempre tenía que pasar por debajo. Siempre, hasta hace poco.

Y es que llegó un día, no hace mucho, en que vi que la barra no era tan alta como parecía, que la podía saltar sin problema, y así lo hago desde entonces. Es un poco como el problema del vaso medio lleno medio vacío. Es todo cuestión de como lo mires, pero también es verdad que hay mucho tema psicológico ahí. En mi caso, una gran alegría en mi ámbito personal ha hecho que la barra sea fácil de saltar, cuando antes ni siquiera lo intentaba.

Con esto no quiero decir que todos tenéis que hacer lo mismo que yo, pero las directrices las veo bastante claras. Buscad algo que os apasione y enamoraros de ello. Poned todo el amor que tengáis en esos actos que, aunque sean mínimos, os dan la vida cada día. Y así, con eso tan simple pero tan complicado, seréis capaces de saltar la barra todos los días.

lunes, 19 de marzo de 2012

Me da a mi que...

...me estoy acelerando. Me da a mi que estoy yendo demasiado rápido, pero es que el corazón se me desboca. Llevamos menos de una semana, pero cuando estoy con ella estoy tan a gusto, que es como si llevara una vida. No quiero sonar como algo que no es, porque todavía nos queda muchísimo recorrido, pero me cuesta tanto expresarme que, cuando lo hago, puede parecer lo que no es, y la verdad es que es algo que me da miedo.

En realidad, me dan miedo muchas cosas pero, de alguna manera, ese miedo se viene abajo por muchos motivos desde que está a mi lado. Es un regalo que Dios, en sus caprichosos planes, la haya puesto junto a mi, porque me ha hecho ver que no estoy solo. Me coge de la mano y me ayuda a volar, pienso en ella y se que nada puede irme mal. Es difícil explicarlo, es difícil llegar incluso a pensarlo porque llevamos muy poquito tiempo, pero lo siento en lo más profundo de mi. Ver que una persona, aparte de compartir tus ideales, de tener una manera de pensar muy parecida, quiere compartir su vida contigo, es algo que no tiene precio.

Como tampoco tiene precio, después de una semana, todo esto que siento. Las mariposas en el estómago se quedan cortas, cada vez que la veo empiezo a temblar, porque se que solo ella es capaz de tambalear mi mundo. En una sola semana he vivido cosas que, en muchos momentos, llegué a pensar que jamás viviría. Esta semana ha sido muy intensa, ha sido casi perfecta. Lo único que puedo pedirle a Dios y a ella es tener más horas, más días, más semanas como esta. Aunque ella sabe que es fácil, pues solo con tenerla a mi vera todos los momentos de cada día son especiales.

jueves, 15 de marzo de 2012

Amor

Es muy bonito estar enamorado. Yo ahora mismo lo estoy, como otra mucha gente, y la verdad es que, pese al poco tiempo, puedo decir que es exactamente como me lo había imaginado durante tanto tiempo. Es indescriptible ver como otra persona te corresponde con el mismo amor que le profesas, ver lo mucho que compartís. Sería, para mi, imposible definir lo que una mirada, una caricia o un beso me transmite.

Y es que todo, al comienzo de una relación, se ve maravilloso, pero hay que saber leer entre líneas, y en eso tengo yo un máster. Entre los momentos que estoy con ella y los que estoy pensando en ella, me gusta imaginarme cómo irá la cosa en futuro. Y es que dependiendo de cómo veas la actitud de la otra persona, puede ser muy fácil o muy difícil imaginar nada. Doy gracias a Dios de que ella es del segundo tipo, una persona con mucho amor, una persona que confía en mi igual que yo confío en ella, y es por eso que no me cuesta verle futuro a lo nuestro.

No me imagino un futuro en el que tengamos familia, una buena casa...no hace falta construir grandes sueños. Nos veo en un futuro en el que seguimos queriéndonos, en el que todo es como el primer momento. Un futuro en el que me siguen volando las mariposas en el estómago cada vez que le cojo la mano, un futuro en el que una sonrisa suya me alegre el día. Y es que todo eso es lo que yo pensaba que sería estar enamorado, pero sin ninguna duda es muchísimo mejor la práctica a la teoría. Me encanta estar enamorado, y me encanta estarlo de TI.

lunes, 12 de marzo de 2012

Retos

Soy una persona a la que, por suerte o por desgracia, se le plantean retos en el día a día. Algunos son simples, otros más complejos. De hecho, tuve una convivencia este fin de semana en la que se nos planteó un reto que "debería" ser un mundo para un Cristiano, pero yo lo vi posible. Sin embargo, creo que hasta ahora no me he enfrentado a un reto como al de ahora.

A cualquier persona le podría dedicar una frase, una gracia, una "esquinita". A cualquiera podría decirle algo que le alentara, o que le motivara cuando lo leyera, cualquiera podría hacerlo. Pero no a ella. A ella no le puedo dedicar algo que no siento, no le puedo regalar los oídos con palabras vacías, palabritas que no significan nada para mi. Es un reto difícil porque quiero darle lo mejor de mi, y eso no se consigue de manera tan simple. Pero hay un problema.

La juventud de hoy día queremos las cosas YA. Lo que sea, bueno o malo, pero YA. Es un error para muchísimas cosas, un acierto para otras. En mi caso, al menos ahora mismo, no supone problema. Se que se la frase que le tengo que decir, se que la tengo dentro de mi, lo único que he de hacer es ponerla en pie. Y es difícil porque no podría dedicarle a ella una sola frase, porque no quiero dedicarle a ella una sola frase, quiero dedicarle un texto, una historia, una vida.

Recuerdo una frase de San Agustín que dice: "Ama y haz lo que quieras". Me recuerda a ella, que es una persona que da todo por los demás, pone su corazón en su día a día, ama en cada acción. Es una persona que no tiene problemas en reprender a alguien si hace algo mal, una persona que protesta por las injusticias, pero todo desde el amor que profesa a los demás. Es una persona que me ha hecho cambiar mi modo de ver la vida, una persona muy importante para mi. Hace poco experimenté que, cuando tienes amor, cuando haces todo con amor, no importa lo que venga, porque no será malo. Ella no tiene medida en su amor, lo da a todo el mundo, da siempre el ciento por uno. Definitivamente, encontré mi frase, esa frase que se que jamás me arrepentiré de decirle, porque se que la llevará a su vida tanto o más de lo que la llevo yo. "Ama y haz lo que quieras".

jueves, 8 de marzo de 2012

Preguntas

Hace dos días decidí plantearme dos preguntas que considero vitales para mi vida: ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué es lo que necesito? A priori, cualquiera podría resolver estas preguntas y creer que aplica la respuesta en su vida, pero para nada es así. Es algo que necesita mucho discernimiento, ya que la mayoría de las veces, la respuesta a las dos preguntas no son la misma, y eso hace dudar mucho.

Poco después de formular esas dos preguntas por Twitter, me empezó a seguir Francisco Cañadas, cura diocesano de Getafe, que me dedicó una frase que me ha esclarecido bastante en la búsqueda de esa respuesta que tanto ansío. Se dirigió a mi con palabras de San Agustín: "Ama y haz lo que quieras". ¡Cuanta razón tiene! Solo han pasado dos días de esto, pero decidí llevarlo a mi vida de una manera radical y ya he notado el cambio.

No sabía lo que me perdía. La clave está en amar todo: amar lo que hago, amar a mis hermanos, poner el corazón en cada cosa del día a día. De hecho, he sentido cosas que hacía años que no sentía. Han sido las palabras más acertadas que me han dirigido en tiempo. No conforme con esto, una persona que ahora, por suerte, es muy cercana a mi, me ha contagiado de su alegría, su entusiasmo y su positivismo, haciendo que ahora vea más claramente la luz al final del túnel. No me cansaré de darle las gracias a Dios por estos ángeles que Él va poniendo en mi camino.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Miércoles

Los Miércoles son, con diferencia, mis días favoritos. No por las clases, que suelen ser bastante aburridas, si no por la Preco. Me encanta reunirme con tanta gente que casa con mis ideales, gente con la que tengo en común mucho, y hacer vida.

Este Miércoles, sin embargo, es algo especial. Tengo muchísimas ganas de ir, de llegar y verlos a todos. Tengo ganas de felicitar a Alberto por su cumpleaños, de preguntarle a todos qué tal su semana solidaria y, a los que se quedaron aquí, como lo pasaron el Miércoles pasado. Espero esta noche con especiales ganas porque quiero verlos a todos. Aunque no todo es tan bonito como lo pintan.

Hoy Miércoles es algo más duro, al menos, para mi. Hoy voy a enfrentarme a varios "demonios", varias cosas que he ido dejando atrasadas y que no pueden aguantar más quietas. Tengo que hacerles frente y demostrar quién manda. Pero, de alguna manera, hoy no me preocupa. Hoy se que las cosas no pueden salir mal.

martes, 6 de marzo de 2012

Mucho

Hoy me faltan muchas cosas. Desde que viví esta semana, intensa, decidí escribir aquí todos los días que pudiera. Quizá porque es "lo único" que me escucha sin protestar ni poner malas caras, quizá porque no soy capaz de abrirme a otra persona. Estoy convencido de que es la segunda parte lo que falla en mi.

Pero hoy es un día raro. Siento la necesidad de hablar, de darme a otra persona, de tener a alguien al lado. Quizá me faltas tú, quizá estoy mejor solo. Mil pensamientos invaden mi mente y ninguno se queda, solo me hacen sentirme prisionero en estas cuatro paredes que forman mi habitación. Si me pusiera a escribir todo lo que estoy pensando, puede que no acabara, puede que viviera más tranquilo. Pueden pasar muchas cosas, puede no pasar nada. Eso es lo que me molesta, este tipo de "bipolaridad" que me ronda. ¿Por qué me pasa esto? Dios, ojalá lo supiera. Sin embargo, me es imposible profundizar en el problema, las redes me atrapan en una jungla de pensamientos inverosímiles. Puede incluso que mucho de lo que estoy escribiendo ni tenga sentido, pero lo siento necesario.

Tengo ganas de vosotros, tengo ganas de TI. No quiero estar más tiempo solo, quiero teneros cerca todo el tiempo, pero no puedo. Aunque una pregunta se me antoja "necesaria": ¿Con quién quiero estar? Dame la respuesta a esa pregunta, y harás que la tranquilidad reine en mi vida. Solo una palabra tuya...

lunes, 5 de marzo de 2012

De todo sale algo positivo

Hoy estoy un poco de bajón, y es por el fin de esta experiencia que Dios me ha regalado. El levantarme y no poder ver caras llenas de Él, ver personas deseosas de dar su vida... me ha entristecido. Desde luego, se que esas caras, esas personas están aquí, están dando su vida, solo que no soy testigo de ello. Sin embargo, aunque eso me ponga triste, he podido ver el lado positivo de esto.

Antes de marcharnos a la Semana Solidaria, se nos dijo "Recuerda que tu vida puede ser el único Evangelio que lean algunas personas", y por supuesto que eso es verdad. Ahora mismo, la gente me ve, habla conmigo y se da cuenta de que hay algo que tiene que cambiar en ellos. Y poco a poco me pasa en más ámbitos: en la facultad, en casa, con mis amigos... Es algo que, en cierta manera, me reconforta, aunque no es la finalidad de mi vida ni mucho menos. Seguiré dando mi vida a los demás, solo por darme a ÉL.

domingo, 4 de marzo de 2012

Semana Solidaria

Hace una semana partía hacia Málaga con un objetivo bastante claro: ayudar allí con todo mi ser. En estos casos, la cosa suele ser al contrario. Casi al bajarme del tren, mi madre me comunicaba la muerte de un familiar muy cercano, cosa que hizo que estuviera bastante apático durante el primer día. Pero es que ya, desde el primer día, todo cambió.

Iba con una idea preconcebida, pero solo bastaron pocos minutos para que me llevara la primera en la frente. Ver que gente que no conocía pedía por mi y me animaba a seguir adelante me hizo venirme arriba y dar el 101 por cien. Desde el minuto uno vi como mis niños trabajaban y aprendían, como se emocionaban, como se dejaban tocar. No estuve, por desgracia, en todos los sitios, pero se que en cada uno de ellos hubo algo especial, estuvo presente Dios de una manera que nadie podría refutar.

Recordaré para toda la vida los diez nombres que me han hecho cambiar, que han hecho que mi corazón se ensanche. Diez nombres, diez personas, diez vidas que me han enamorado: Valme, Irene, Luis, Ana, María, Ramón, Pilar, Macarena, Kike y Pablo. Me faltarán días para agradeceros lo que habéis hecho en mi, el cariño que me habéis mostrado, el cariño que habéis mostrado. El cambio que os vi dar de un día para otro y tantas cosas más que sería imposible enumerar. Mi mensaje para vosotros lo tengo bastante claro: sed luz del mundo. Amad lo que tenéis alrededor, disfrutad de cada situación en cada momento. Disfrutad de la vida, y daos a los demás. Con lo vivido esta semana, sabéis que solo podéis sacarle todo el jugo a la vida si os dais a los demás como Jesús hizo. Estoy a vuestra entera disposición para lo que necesitéis, no lo dudéis nunca.

Y permitirme que hoy cierre esta entrada con una pequeña anécdota. El jueves tuvimos que preparar una liturgia de la Palabra en el Hogar Pozo Dulce, donde estaba yo trabajando. En lo que preparábamos el altar, pude ver una frase que me hizo dejar atrás mis miedos, que me hizo dejar de dudar, dejar mis preocupaciones a un lado y darme fuerzas para dar mi vida en todo lo que haga. Con esa frase quiero terminar, esperando que a todos os de las mismas fuerzas que a mi me dio: "Persevera, continúa, y mantén los brazos en alto."

viernes, 3 de febrero de 2012

Estos días

Estos días me hacen ver quién esta conmigo y quién contra mi. Estos días me hacen ver quién me apoya de corazón, y quién lo hace tras una cortina de humo. Estos días me hacen darme cuenta de que la humanidad no esta tan perdida como parece.

Mientras mi madre, fría y por teléfono, me dijo que ella ya sabía que no me iban a dar la Erasmus, con un tono de voz parecido al que alguien pone cuando algo le da asco, mi Preco me apoyó. Igual no todos, comprendo que no todos estén mirando qué le pasa a cada uno, pero si alguno me dio su apoyo. Igual no es que se acabe el mundo si no me dan esta Erasmus, puede que mi vida siga siendo la misma, pero notar que hay gente que se preocupa por los demás me ha hecho darme cuenta que, por mucho que la gente se empeñe, algunos hacen las cosas bien, y eso me tranquiliza, y hace que me quiera unir a ellos.

domingo, 22 de enero de 2012

Y así pasan los días...

...esperando un cambio. Un cambio en un lugar de mi vida que no se dónde esta localizado. Se que hay cosas de mi vida que cambiaría, y hay otras muchas que no. Por supuesto, solo las cambiaría si yo fuera capaz de hacerlo. La verdad es que es muy difícil explicar esto, lo único que necesito es un empujón que, a pesar de saber de dónde tiene que venir, veo que nunca llega, y en parte es por mi culpa. Los que me veáis de aquí en adelante, ¡empujarme!