lunes, 14 de febrero de 2011

Tonterías varias

Porque si, son muchas tonterías, pero todo tiene la importancia que le queramos dar. Hace poco (en realidad, menos de lo que esperaba), escribí esta entrada en la que venía a decir que no tengo nada por lo que seguir adelante. Creía que con el tiempo se me pasaría eso y que volvería a verlo todo bastante más claro, pero en realidad es todo lo contrario, sigo cayendo en este pozo en el que no encuentro la cuerda para poder subir.

Ahora mismo, mi vida es bastante monótona y aburrida, que se resume en estas acciones: levantarme, ir a la universidad, comer, estudiar, utilizar el ordenador, cenar y dormir. Y es algo que llevo repitiendo todo lo que llevamos de año y, por lo menos, la mitad del anterior. No varía nada ningún día, sea lectivo o festivo, entre semana o al final de ello. Son procesos mecánicos a los que ya ni siquiera echo cuenta, como si fuera una máquina. A veces ni siquiera me paro a ver cuál es la comida que toca o qué asignatura estoy estudiando, y la situación que me rodea, la verdad, no es la más adecuada para actuar y cambiar, ni siquiera para poder quejarse, por eso me ayuda este blog.

Peleas por donde vaya. Nunca me he visto en una situación en la que las personas que realmente me apoyan pueda contarlas con los dedos de una mano, y puede que hasta me sobren. Creerme cuando digo que es bastante duro que no puedas apoyarte ni siquiera en tus padres, porque sientes que su cariño hacia ti se va desvaneciendo. Y cuando buscas ese apoyo fuera, resulta que todos te rehuyen sin motivo aparente. Todos los que parecía que siempre iban a estar ahí andan escondidos, rezando por que tu mirada no se fije en esos falsos amigos que un día te dijeron "para lo que necesites, sea lo que sea, no dudes en decírmelo".

Contaré algo a modo de anécdota por si alguno de mis millones de lectores no ha entendido esto bien. La semana pasada, con todos los exámenes ya terminados, busqué a algún amigo, de los más cercanos para ir al cine y así poder contarle lo que me pasa y que, por lo menos, me escuchara. Cual es mi sorpresa al ver que todos niegan salir conmigo, alegando problemas varios por los que no podían salir. Sin desconfiar de ellos, voy a preguntarle a otros, a ver si por lo menos consigo ir en esa semana al cine, cuando me confirman que TODOS van a una fiesta, incluidos aquellos que "siempre están ahí", no querían ir al cine conmigo, no querían salir conmigo, y ni siquiera quieren verme, porque no fui invitado a esa gran fiesta.

Y resulta que esos amigos son los que solo se preocupan si ven un mal estado en tu Tuenti, o no les has ayudado en su granja. Desde luego, lo leí una vez y ahora me lo creo cuando dicen eso de "eres más falso que un amigo en Facebook".

No hay comentarios:

Publicar un comentario