No estaba pasando por un momento especialmente bueno, pero cuando empezaba a levantar la cabeza, a verlo todo más claro...vienen y me hunden cada vez más.
Y lo peor de esto no es lo que me pasa, ni que mis ánimos estén por los suelos. Lo verdaderamente peor es no tener nadie a quien poder confiarle mis pesadillas sin que emita una burla.
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