domingo, 4 de diciembre de 2011

Tengo ganas

Son la 1:36 de la mañana y hoy, de lo último que tengo ganas es de dormir. Tengo ganas de escribir, de darme a conocer, de predicar con mi vida. Tengo ganas de tenerte, de que tengas ganas. Quiero salir, enseñarte la ciudad, ir a esos sitios prohibidos cogido de tu mano. Hoy quiero hacer muchas cosas.

¿Los sueños, sueños son? No lo creo, siempre y cuando seamos realistas. "Quiero tocar las estrellas"; pues pon los pies en el suelo. Pero...¿y si las estrellas están más cerca de lo que realmente pensamos? Eso me hace pensar que, a día de hoy, estoy rodeado de estrellas, que hacen que mi día a día sea mejor nada más con pensar en ellas. Podríamos poner a la cabeza a mi madre, y acabar con mis perrillos que, cuando me ven cabizbajo, vienen a ver si me animo.

Lo cual hace que me plantee otra pregunta: si estoy rodeado de estrellas, inevitablemente debo girar alrededor de una. ¿Y cuál es esa estrella? En el plano teológico, la respuesta es totalmente firme e inamovible. En el plano personal, la cosa varía muchísimo. No se si estaréis de acuerdo conmigo, pero aquí no se puede aplicar el pensamiento heliocéntrico, sería algo como "bi-heliocéntrico", por darle una palabra. Son dos estrellas, que brillan con luz propia, y giran una alrededor de la otra de forma que, cuando una falta, la otra muere.

Esto se puede interpretar de mil maneras diferentes. Para algunas personas, ahora mismo, su "estrella" es ese tal Justin Bieber. Yo prefiero verlo como esa pareja de ancianos que llevan toda la vida juntos y que cuando, por desgracia, uno de ellos fallece, el otro solo quiere reunirse con él lo antes posible. Por eso esta decisión es tan difícil, no podemos equivocarnos. Sin embargo, este modelo viene con una batería de tests, lo que nos permite probar qué estrella es la que mejor encaja con nosotros. Lo cual nos lleva a otro problema: ¿es realmente necesario probar?

Aquí también tengo una respuesta sencilla: no, para nada es necesario. Es más, ni siquiera se recomienda. Hay otros métodos menos dolorosos para averiguar cuál es la estrella que mejor se acopla a ti. Lo que me lleva a la siguiente conclusión: creo que ya te he encontrado, pero no se si tu de verdad me buscabas a mi. Es más, ni siquiera se si buscabas o si esperabas encontrar, pero estoy aquí y tengo pocas ganas de irme, sino de empezar a dar vueltas como un loco. Acércate, hagamos cosas juntos: riamos, lloremos, saltemos. Divirtámonos como nunca y vivamos como siempre hemos querido. ¿Y porqué nos cuentas esto? Os lo dije, hoy tengo ganas de todo menos de dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario