sábado, 14 de mayo de 2011

Gestos

El amor. Es bueno, nadie lo niega. Llega siempre de la manera más inesperada, pero ¿por qué me ciego tanto en buscarlo? Seguro que esa ceguera es la que me hace no encontrarlo. Sinceramente, me cuesta ya encontrar el porqué quiero tener a esa persona especial a mi lado, pero poco a poco creo que voy encajando piezas, estoy llegando a entender eso de que es la persona que te completa.

Cuando pienso en todo el amor que me rodea, no recibo nada más que envidia. Pero no una mala envidia, de las que te pueden corroer y convertirte en una mala persona, si no una envidia sana, envidia de desear lo que la otra persona tiene y tu no, sin más. Soy un chico muy de ver series, sobre todo americanas, y en cada una de ellas puedo ver la virtud de las relaciones amorosas. Esa persona que te ama siempre está ahí para todo, ríe contigo, llora contigo. Y la verdad, te da un buen abrazo cuando lo necesitas. Hay veces que no necesitas tener sexo, ni siquiera un beso, solo el sentir que esa otra persona está ahí dandote un abrazo que te da la vida, te hace volver a tener esa esperanza que habías perdido.

También soy un tio sensible, sin egocentrismo. Lo digo porque jamás podré ocultar esto que digo. En la vida seré ese que va de duro, o de cruel para hacer que las mujeres se sientas seguras o algo de eso, paso. Soy sensible, y necesito una persona a mi lado que me comprenda y que saque lo mejor de mi, tanto mis mejores risas como mis peores llantos, y dentro de mi tengo, ahora mismo, ambas cosas. Lo que si ocultaré será mi estado de ánimo. Pocas veces me habrá visto nadie estar abatido, sin fuerza para respirar, como he estado. Jamás nadie me habrá visto sin ganas ninguna de vivir. Todos me han visto siempre con una sonrisa, pues, para mi, no es importante lo que me pasa, si no lo que le pasa al otro, y por eso trataré de ayudarle siempre sin importarme lo que me pase.

Algunos me criticarán esto por egoísta o vete tu a saber, yo soy feliz haciendo esto. Y el día que llegue esa mujer que me haga sentir bien, que me quiera y que sea mi alma gemela, ese día seré más feliz todavía. El día que esa mujer saque todo de mí y me abrace porque realmente me comprende y comparte mi pena y mi alegría, será el mejor día de mi vida. Y si ese día no llega o tarda en llegar, por favor, abrázame, porque así sabré que estás ahí para empujarme a ser mejor persona. Gracias.

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