miércoles, 29 de agosto de 2012

Ganas

Desde luego, no veo el momento en el que pueda alejarme de aquí. Me siento muy atado a cosas a las que no les tengo tanto cariño como antes. Me mantengo diciendo que me encantaría llevarme conmigo a todo aquello que de verdad me importa. Eso tiene algo bastante positivo: ahí, la sarten la tendría yo por el mango, y eso me gusta.

Quiero irme de aquí por mil cosas. Tengo ganas de aterrizar en aquella tierra que me reclame como suya y me haga sentir que estoy en ese hogar que, por ahora, no tengo. Muchas de las razones por las que quiero irme no casan con mi, digámoslo, religión. No por ella en si, si no por los valores que me hace vivir. Y en cierto modo, estoy ya cansado. Con eso no quiero decir que vaya a dejar de creer en Dios ni muchísimo menos.

Pero eso no quita que de verdad quiera irme, siento que me llama. Siento la misma sensación que cuando noté que debía ser APJ. Tengo una llamada fortísima a escapar, a llevar en la maleta lo necesario y hacer mi vida lejos de aquí, lejos de lo que ahora mismo siento como una cárcel. Dicen que la gente no cambia, pero yo he notado que he cambiado y, por desgracia, este cambio no lo quieren aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario