domingo, 30 de septiembre de 2012

Fuera

Cualquiera que suela leer estas líneas de manera asidua, sabe que siento que no pertenezco a este lugar, que deseo marchar. Y es que cada día que pasa, ese deseo se incrementa en mi interior, haciendo casi insostenible mi vivir aquí.

Fastidia mucho levantarse cada día y ver que todo lo que haces esta mal, todo lo que piensas esta mal, todo lo que dices esta mal. Gente que te hace sentir como un verdadero inútil, que no vales para nada y que si, por alguna genialidad o por que así lo quiso el destino algo te sale bien, es por mérito de otro, ya que tu no eres capaz de algo así. Estoy ya cansado de aguantar tanto ego y tanto egoísmo, necesito salir.

Quizá la tierra a la que emigre no es como yo la espere, pues me gustaría aquél lugar donde todos nos sentimos queridos, nos preocupamos los unos por los otros y la vida en comunidad es, cuanto menos, placentera. Lo que tengo más que seguro es que el lugar al que iré será lejos de aquí y, por consiguiente, lejos de todo aquello que me insta a este estado de abatimiento al que, por más que ocurra, nunca se acostumbra uno.

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